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La inflación limita el crecimiento de la industria española de alimentación y bebidas

La crisis global, en parte como consecuencia de la invasión de Ucrania, que ha generado incertidumbre, inestabilidad y la grave situación de inflación que todos padecemos, tanto en nuestro país como en los mercados exteriores, ha frenado el crecimiento de la industria española de alimentación y bebidas en 2022.

El aumento de los costes productivos a causa del agudo aumento del valor energético, de los transportes y de las materias primas, entre otros factores, han limitado la trayectoria positiva del sector, elevando la producción real en tan solo un 1,5%, después de un crecimiento promedio del 4,5% para el periodo 2015-2019 (obviando los años 2020 y 2021, excepcionales por la situación del COVID-19), y reduciendo el volumen de las exportaciones de alimentos y bebidas en un -7,2%, que no se corresponde con el aumento del 9% del valor de las ventas al exterior.

Estas son las principales conclusiones que se desprenden del Informe Económico publicado la semana pasada por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). En el informe, elaborado con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), y que recoge las principales magnitudes del sector durante 2022, FIAB destaca además el esfuerzo realizado por la industria española para absorber parte de los costes, reduciendo márgenes, para no trasladar al consumidor todas las subidas que han sufrido las empresas del sector.

A pesar de todo, la industria de alimentación y bebidas continúa siendo el sector industrial con mayor fortaleza en el conjunto de la economía española, representando el 19,3% de la industria manufacturera y cerca del 2,5% del total de la economía española. Además, aporta el 22% del empleo en la industria manufacturera.

Asimismo, es importante subrayar que la industria alimentaria, y empresas como Ángel Camacho Alimentación, son un importante motor de desarrollo y vertebración de las zonas rurales, principalmente a través de la creación de empleo de calidad, con lo que contribuye de manera significativa a impulsar la sostenibilidad económica, social y medioambiental de los territorios. Además, la apuesta de la industria alimentaria por la internacionalización y la apertura de nuevos mercados, proporcionan no solo crecimiento de actividad, sino diversificación de riesgos.

A pesar del carácter estratégico de la industria española de alimentación y bebidas, FIAB advierte de un inicio de ejercicio 2023 en línea con el análisis de 2022. Al escenario inflacionista se suma además otros elementos determinantes como la sequía en nuestro país, devolviendo una mayor inestabilidad a la actividad de la cadena alimentaria.

En el caso de la unidad de negocio más importante del grupo, Ángel Camacho Alimentación, hemos cerrado el año 2022 con un incremento de la facturación del 12’8%, alcanzando los 180 millones de euros con una reducción del 0’2% en cuanto al volumen comercializado (aprox. 57 millones de kilos). Y prevemos facturar en 2023 unos 218 millones de euros (+21% sobre 2022), consolidando el volumen (+0’1%).